En el corazón del comercio mundialBancos y rascacielos son comunes en el país del canal, que experimenta un boom inmobiliario.
Panamá (Roberto Rosado, enviado especial).- La recepcionista del hotel me miró extrañada cuando le dije que no tenía tarjeta bancaria. En un país con 180 bancos no ser tarjetahabiente y realizar operaciones con efectivo hace que miren a uno como si no fuese de este planeta.
El hotel se ubica en Balboa, la avenida principal del circuito financiero de Panamá. En esta vía se pueden ver grandes casinos y lujosos hoteles como el Marriott, Sheraton y el Miramar desde donde uno puede ver buques panamax alistándose para cruzar el canal.
Pero mi sorpresa comenzó mucho antes. Al salir del aeropuerto de Tocumen rumbo al hotel por el Corredor Sur -vía similar a la Av. Faucett pero con un peaje que sí vale la pena pagar–, la primera impresión es ver calles limpias y construcciones de hoteles y viviendas.
Al ver mi fascinación, el taxista me pidió que mirara el extremo del lado izquierdo de la vía. Había casas precarias con ropa vieja tendida en sus afueras. “Ellos son los pobres que pronto se volverán ricos. Están esperando que el boom inmobiliario les llegue a su zona para vender sus terrenos a cualquier magnate que ofrezca el mayor precio”, comentó.
Peruanos en todas partes
Cámara fotográfica en mano salí rumbo a la mayor zona comercial de Panamá, la misma que está comprendida entre las avenidas España y Samuel Lewis libre de ambulantes. Decenas de turistas salen de las tiendas más exclusivas de los centros comerciales Multicentro y Albrook Mall en donde se puede ver la franquicia peruana China Wok llena de comensales.
Cámara fotográfica en mano salí rumbo a la mayor zona comercial de Panamá, la misma que está comprendida entre las avenidas España y Samuel Lewis libre de ambulantes. Decenas de turistas salen de las tiendas más exclusivas de los centros comerciales Multicentro y Albrook Mall en donde se puede ver la franquicia peruana China Wok llena de comensales.
“Acá el turismo no sólo da trabajo a los panameños sino también a peruanos como yo. El gobierno panameño apoya al sector pues agiliza los trámites a los empresarios que inviertan desde US$ 250 mil en cualquier negocio. Y eso debe hacer Perú”, manifestó Daniel Arauz, un chorrillano quien trabaja de guía turístico.
Arauz me llevó en su auto BMW modelo X3 –igual al que tienen altos ejecutivos en el país– al centro de convenciones Figali en donde la agencia Travel One celebraba sus 10 años. Arauz dijo que actividades como esa generan grandes divisas para Panamá pues el gasto promedio de los turistas fluctúa entre US$ 1,000 y US$ 1,500 durante seis días.
Modernidad
A mi regreso por la Av. Balboa me sorprende que pese a que no hay policías, ningún auto se atreve a cruzar en plena luz roja. Los choferes de unos coloridos School Bus, que sirven de transporte público al igual que en Perú, también respetan el semáforo. Los peatones también.
A mi regreso por la Av. Balboa me sorprende que pese a que no hay policías, ningún auto se atreve a cruzar en plena luz roja. Los choferes de unos coloridos School Bus, que sirven de transporte público al igual que en Perú, también respetan el semáforo. Los peatones también.
Se acerca la noche, y el calor centroamericano y su olor a tierra húmeda invitan a una caminata en el balneario. Las luces de los rascacielos se asemejan a unas estrellas que envuelven e iluminan la ciudad.
Llego al hotel, saco mi tarjeta electrónica que me permite abrir la puerta de mi habitación.
Ingreso, aprecio la ciudad de noche por la ventana y antes de acostarme me pregunto: ¿Tardará mucho el Perú en ser un paraíso financiero donde el PBI no se sustente por extracción de recursos naturales sino por el sector servicios como en Panamá?.
Publicado en el diario EXPRESO el día 2 de diciembre de 2007. Pag. 14
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