La Oroya (Roberto Rosado, enviado especial).– Son las 6 de la mañana y Abilia Bustamante, una oroyina de 57 años e igual número de polleras, vende a S/. 0.50 el primer vaso del nutritivo jugo de maca, soya y manzana, a uno de los cientos de mineros que pasan obligatoriamente por La Oroya (Junín).
Esta primera venta marca el inicio de la actividad comercial de muchas microempresarias y 1,300 pequeños negocios como bodegas, farmacias, restaurantes, pollerías, entre otros, en la primera ciudad industrial del Perú ubicada a 3,775 msnm.
Según el instituto Celide, estos negocios generan ventas anuales por US$ 50 millones, monto que obligó a microfinancieras como la Edpyme Confianza, Caja Municipal de Huancayo y Caritas Microfinanzas a instalar sus agencias en Marcavalle, la zona más comercial de La Oroya.
Clientes metaleros
El núcleo de clientes está conformado por 3,626 trabajadores directos y terceros de la empresa metalúrgica Doe Run –a cargo desde 1997 de la fundición de metales como oro, plata, cobre y plomo– los 200 trabajadores de Electroandes, ambas instaladas en La Oroya cuya población supera los 33 mil habitantes.
En diálogo con EXPRESO, el presidente de Doe Run, Juan Carlos Huyhua, manifestó que estos negocios son dinamizados por los US$ 49 millones que reciben anualmente en salarios sus trabajadores, 73% de los cuales provienen de Junín (principalmente de La Oroya), 7% de Cerro de Pasco, 5% de Huancavelica y 15% del resto del país.
Problema ambiental
Pese al buen movimiento comercial, los oroyanos desde hace más de 80 años sufren la contaminación por el plomo que emana de la chimenea de la fundidora, por ello Doe Run viene invirtiendo US$ 244 millones en la ejecución del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), así como otros proyectos en coordinación con el Ministerio de Salud para atender especialmente a los niños.
Más aún, el organismo supervisor de minería, Osinergmin, tiene oficinas en La Oroya y Huancayo a fin de asegurar este compromiso ambiental que en los últimos 10 años ha disminuido de ocho a tres toneladas de emisión diaria de polvo que contenía el nocivo plomo y otras sustancias tóxicas.
El dato
Abilia Bustamante reconoció esta problemática y a la vez consideró la importancia económica que representa la actividad metalúrgica, por eso dio un mensaje a las empresas privadas de llevar inversión con responsabilidad social y ambiental en beneficio de la población con la creación de puestos de trabajos indirectos.
Por Roberto RosadoPublicado el 29 de octubre del 2007 en el diario EXPRESOhttp://www.expreso.com.pe
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